Breve historia de la talla
en madera:
La talla en madera utiliza
herramientas para descubrir una forma que ya existe en la madera y en la mente
de la persona que la trabaja, y puede ser desde un detalle en un cuenco hasta
una forma humana. El arte de la talla consiste en eliminar eficazmente la
madera que no es necesaria, la misma no es propiedad exclusiva de un artista o
artesano sino una actividad abierta a cualquier persona que desee realizarla.
El deseo de tallar parece
haber sido parte de la actividad humana desde hace mucho tiempo, en todo el
mundo, gentes de todas las épocas y culturas han dado forma a figuras y
decorado de objetos. Hace decenas de miles de años, nuestros primeros
antepasados ya tallaban y esculpían, eran capaces de hacerlo con colmillos de
marfil de mamut y cornamentas de renos, cincelaban la piedra y podemos suponer
que les resultaba mucho mas fácil hacerlo con la madera. Lamentablemente no
poseemos ninguna prueba de esto ya que la madera es vulnerable al ataque de
hongos, clima, fuego y la carcoma, para conseguir vivir unos pocos siglos
necesita condiciones muy favorables. Los antiguos Egipcios dejaron ejemplos de
muebles tallados en sus sepulcros reales, no obstante, es probable que durante
la Edad Media en Europa los sucesivos saqueos hayan destruido una gran cantidad
de estas obras.
En los siglos XV y XVI, se
produjo en Alemania la gran eclosión de la talla en madera, representada por
nombres como Tilman Riemenschneider y Veit Stross. Otro gran periodo de la
talla europea se produjo a finales del siglo XVII con la obra de artistas como
Grinling Gibbons (1648-1721), para mi el mejor de todos los tiempos, famoso por
la delicadeza de sus tallas en la catedral de San Pablo y otras iglesias.
A finales del siglo XIX,
algunos artistas europeos comenzaron a advertir que las tallas traídas de
tierras lejanas no eran simplemente objetos curiosos fabricados por pueblos
primitivos sino verdaderas obras de arte. La evolución del arte europeo a
estado ligada al realismo y al simbolismo y su punto de partida esta en la
antigua Grecia, cuyo arte clásico era el epitome del realismo.
Ya en el siglo XX la talla
permaneció intocada por las cambiantes percepciones artísticas, los estilos
vigentes apenas se reconocían como art nouveau y se mantenía fiel a las
tradiciones del siglo XIX. La arquitectura del siglo XX, con sus líneas simples
y limpias han eliminado la demanda de una ornamentación decorativa en edificios
y muebles, de modo que la talla en madera se ha confinado básicamente a la
restauración y la reproducción de obras.
La Madera
La madera se compone de
cuatro partes a lo largo del tronco:
·
La médula o corazón del árbol es la parte
central del tronco y la que es valida para trabajar.
·
La albura es la parte que recubre el
corazón, es la parte del árbol mas recientemente formada y tiene fibras
blandas de poca calidad
·
La capa de cámbium es donde se va formando
la madera.
·
La corteza es la parte exterior del tronco
que protege al interior del árbol.
La madera viva es muy
húmeda, pero después de cortar deja de actuar como ser vivo y empieza a
secarse, pierde húmeda y se contrae. El proceso de desecación es
importantísimo, tiene por objeto producir madera con un contenido de húmeda
estable sin que la madera se raje.
La madera puede rajarse si su secado no es uniforme. Se puede secar al aire o al horno pero es fundamental almacenarla de manera que el aire circule bien entre ella.
Una vez seca la madera sigue conteniendo un cierto grado de humedad, pero permaneciendo en el interior de una casa, ya no corre el riesgo de rajarse.
La madera puede rajarse si su secado no es uniforme. Se puede secar al aire o al horno pero es fundamental almacenarla de manera que el aire circule bien entre ella.
Una vez seca la madera sigue conteniendo un cierto grado de humedad, pero permaneciendo en el interior de una casa, ya no corre el riesgo de rajarse.
Tipos de Madera.
Maderas de hoja caduca:
Maderas de hoja caduca:
·
Las maderas muy
ligeras (densidad 0,35 a 0,5): samba, chopo, tilo, sauce.
·
Las maderas ligeras
(densidad 0,5 a 0,65): aliso, abedul.
·
Las maderas
semipesadas (densidad 0,65 a 0,8): roble, castaño, cerezo, fresno, haya, nogal,
olmo, peral.
·
Las maderas pesadas
(densidad 0,8 a 0,95): Boj, encina.
Maderas resinosas.
En orden creciente de densidad, tenemos:
En orden creciente de densidad, tenemos:
·
Pino.
·
Ciprés.
·
Abetos.
·
Alerce.
·
Cedros.
Maderas de alta calidad
·
El tilo
es probablemente la mejor madera para tallar, tiene una textura muy fina y se
talla muy fácilmente.
·
El cerezo
es una madera dura de textura fina y se talla bastante bien.
·
El cedro
tiene una textura muy fina y se talla bien.
·
El fresno
es una madera dura e elástica, uno de sus empleos es para astiles de
herramientas.
·
El acebo
tiene una textura muy fina y se talla bien.
·
El pino
amarillo tiene una textura más fina que los demás pinos y se talla bien.
·
La haya
tiene una textura fina y recta lo cual le hace apta para la talla. Es bastante
dura y utilizada entre otras para cabezas de mazos.
·
El peral
tiene una textura muy fina y se talla muy bien.
·
El abedul
es una madera dura con textura fina, la que tiene la veta derecha se talla
bastante bien.
·
El boj
es una madera muy dura utilizada para piezas pequeñas y usada por algunos
maquetistas.
·
El iroko
es una madera muy resistente para exteriores.
·
El castaño
es una madera duradera de veta muy marcada bastante difícil de tallar.
·
La caoba
tiene una textura fibrosa muy marcada y bastante difícil de tallar.
·
El arce
blanco es moderadamente duro con una textura fina, se talla bien.
·
El ébano
es una madera muy dura y densa adecuada para obras de tamaño pequeño. No es
apropiada para debutantes porque sus astillas pueden ser venenosas.
·
El nogal
es medianamente dura y tiene una textura moderadamente fina, se talla muy bien.
·
El olmo
es una madera dura y pesada bastante difícil de tallar.
·
El roble es una madera dura con textura áspera que se talla con
cierta dificultad.
·
El tejo es una madera dura de veta marcada
que se talla bien.
·
La samba es una madera blanda de veta bastante recta que se talla muy
bien.
Protección de la madera.
La madera es un material
orgánico, lo que le da cierta fragilidad ante determinados agentes externos. Es
muy probable que la madera que hemos adquirido ya haya recibido algún
tratamiento protector, como el desaviado (eliminación de la savia putrescible),
impregnaciones con sulfato de cobre, cloruro de cinc, azufre derretido,
creosota, resinas, cal, aceite de linaza, alquitrán, urea, carbonización,
pintura antiséptica, tratamientos contra el enmohecimiento, hidrófugos,
ignífugos, etc. Aunque la mayoría de estos tratamientos son muy específicos y
se dan a maderas que van a soportar unas determinadas condiciones externas.
Las maderas secas y trabajadas, antes de recibir el acabado pueden y deben ser tratadas para prevenir el mayor enemigo para su conservación: los insectos xilófagos. Termitas y carcomas son agentes destructivos que pueden arruinar nuestros trabajos, sobre todo en algunas maderas, como el cerezo, peral, haya, nogal, etc. Para ello aplicaremos a nuestras obras las sustancias fungicidas e insecticidas que podemos encontrar en el mercado, a nivel preventivo, (hay otros productos específicos para cuando el mal ya está hecho y hay que tratar la enfermedad o infestación). Estas sustancias pueden ser el fluxol, lisol, carbolíneo u otros productos antisépticos.
En el comercio especializado podemos encontrarlos en marcas comerciales como el Xilamón u otros, que aplicaremos a la pieza una vez le hayamos dado el color (no aplicar antes del teñido, pues los componentes oleaginosos provocarían manchas y defectos en el tintado).
Estos productos (muy líquidos, volátiles y tóxicos - aplicar al aire libre o en lugares ventilados con protección buconasal-) penetran en la madera proporcionándole un olor desagradable para los parásitos, que la rehusarán para poner sus huevos. Sin embargo, para nosotros no habrá diferencia con respecto a la madera sin tratar, ya que el acabado posterior (encerado o barnizado) nos ocultará cualquier rastro del producto protector.
Las maderas secas y trabajadas, antes de recibir el acabado pueden y deben ser tratadas para prevenir el mayor enemigo para su conservación: los insectos xilófagos. Termitas y carcomas son agentes destructivos que pueden arruinar nuestros trabajos, sobre todo en algunas maderas, como el cerezo, peral, haya, nogal, etc. Para ello aplicaremos a nuestras obras las sustancias fungicidas e insecticidas que podemos encontrar en el mercado, a nivel preventivo, (hay otros productos específicos para cuando el mal ya está hecho y hay que tratar la enfermedad o infestación). Estas sustancias pueden ser el fluxol, lisol, carbolíneo u otros productos antisépticos.
En el comercio especializado podemos encontrarlos en marcas comerciales como el Xilamón u otros, que aplicaremos a la pieza una vez le hayamos dado el color (no aplicar antes del teñido, pues los componentes oleaginosos provocarían manchas y defectos en el tintado).
Estos productos (muy líquidos, volátiles y tóxicos - aplicar al aire libre o en lugares ventilados con protección buconasal-) penetran en la madera proporcionándole un olor desagradable para los parásitos, que la rehusarán para poner sus huevos. Sin embargo, para nosotros no habrá diferencia con respecto a la madera sin tratar, ya que el acabado posterior (encerado o barnizado) nos ocultará cualquier rastro del producto protector.
Herramientas para la Talla.
Cuchilla desbastadora
Cuchilla desbastadora
Una cuchilla desbastadora es
una herramienta para tallar madera usada para darle forma a un pedazo de madera
antes de diseñarla. Esta herramienta puede cortar trozos grandes de un bloque
de madera. Una cuchilla desbastadora puede usarse para redondear los extremos
de la madera.
Cuchilla desbastadora en miniatura
Esta herramienta es más pequeña
que una cuchilla desbastadora normal. Está diseñada específicamente para evitar
que las manos sufran calambres y funciona adecuadamente en la madera de fresno.
Máquina de tallado de eje giratorio
Esta herramienta de tallado
y grabado puede usarse para tallar la madera con movimientos circulares.
También se usa para agregar diseños intrincados a artículos como postes y
objetos con patas.
Mazo para el tallador de madera
El mazo del tallador es una
de las herramientas que los talladores y grabadores de madera deben tener en
sus talleres, pues se utilizan en múltiples aplicaciones. Puede usarse para
hacer un tallado ligero a medio. También puede usarse para guiar un cincel
sobre un pedazo de madera.
Bolígrafo para grabado
Los bolígrafos para grabado
se usan para hacer dibujos en la madera. Estos bolígrafos queman imágenes en la
madera. Las puntas de los bolígrafos están disponibles en diferentes tamaños,
dependiendo del tipo de línea que requiere el diseño: líneas delgadas o
gruesas.
Cincel
Los cinceles para tallado
están disponibles en diferentes tamaños, dependiendo del tamaño de los trozos
de madera que necesitan eliminarse. Algunos cinceles quitan trozos grandes de
madera, y los cinceles pequeños se usan para crear detalles intrincados en los
grabados.